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Tai Chi y demencia

El Tai Chi se ha promocionado como un posible método para ayudar a prevenir la demencia o para retrasar la progresión de este tipo de enfermedades.

Los estudios, por ejemplo, han demostrado que puede mejorar el funcionamiento cognitivo, como un mejor rendimiento en las pruebas de velocidad para comprender y responder la información, la atención y la memoria para las tareas actuales.


También se considera que el Tai Chi tiene el potencial de retrasar el deterioro del funcionamiento cognitivo asociado con la demencia. De hecho, un estudio de 2015 encontró que las personas que hicieron ejercicio aeróbico o un ejercicio de cuerpo y mente como el Tai Chi tenían menos probabilidades de tener demencia seis años después.

Recientemente dirigí un equipo para estudiar los beneficios del Tai Chi para las personas con demencia. Las personas en nuestro estudio pudieron aprender Tai Chi y disfrutaron de las sesiones. La investigación demuestra que encontrar una forma de actividad física en la que disfrutes aumenta la probabilidad de que comiences y mantengas un estilo de vida físicamente activo.

También descubrimos que el Tai Chi tenía un gran potencial para reducir las caídas y mantener una buena calidad de vida en las personas mayores con demencia.

Existen varias teorías sobre por qué el Tai chi puede mejorar la salud del cerebro. Por ejemplo, el Tai Chi implica aprender y recordar nuevos movimientos. Requiere atención sostenida y multitarea. Su aspecto relajante es como la atención plena o la "meditación en movimiento".

El aspecto del ejercicio aeróbico también podría mejorar la eficiencia y la flexibilidad de las conexiones neuronales en el cerebro. Pero aún no se sabe si el Tai Chi es mejor para mejorar estos aspectos sobre otros tipos de ejercicio y actividades conscientes.

Sin embargo, lo que está claro es que se debe fomentar el Tai Chi, ya que es seguro, fácil de aprender, agradable y tiene mucho potencial para brindar beneficios de salud holísticos.

Samuel Nyman es subdirector interino de investigación del Departamento de Ciencias Médicas y Salud Pública de la Universidad de Bournemouth. Este comentario apareció por primera vez en The Conversation.